Logros de los grupos de personas familiares de las personas desaparecidas a quienes acompañamos en el estado de Chihuahua e inclusive de otras entidades pero cuyos seres queridos desaparecieron en nuestra entidad
Como antecedentes históricos podemos mencionar el habernos unido a la petición unánime del fundador del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) el poeta Javier Sicilia, quien además de formar un colectivo que impulsó a raíz del secuestro y posterior asesinato de su hijo, decidió visibilizar otras causas sumidas en la impunidad ante la dificultad de su acceso a la justicia y así se unieron a su marcha nacional víctimas originarias de todos los rincones del país que se identificaron con él porque igualmente adolecen de una pérdida a consecuencia de diversos hechos victimizantes y aquí en la ciudad de Chihuahua fue muy significativo para nosotras que al recibirlo en el mes de junio de 2011 accediera a colocar por enésima ocasión (14) la placa en honor a la activista de DDHH Marisela Escobedo Ortiz quien fuera asesinada de manera artera a las afueras del Palacio de Gobierno en la ciudad de Chihuahua el 16 de diciembre de 2010. Así es como empezamos desde el CEDEHM a visibilizar de manera paulatina el fenómeno de las desapariciones de personas en nuestra entidad, particularmente las que ocurrieron en el municipio de Cuauhtémoc; lo cual a la postre lo convirtió en el epicentro de muchas más desapariciones que no solamente permanecen en la impunidad sino que dieron pie a la visita de la OSC Amnistía Internacional que elaboró su informe “Un trato de indolencia” el cual está disponible en su sitio web. Aunado a lo anterior, se trata de una cifra denominada negra; porque se trata de las situaciones que han sido denunciadas y que actualmente son atendidas, pero que hay otros casos que la misma gente decide callar, principalmente por miedo o por falta de credibilidad en las autoridades. El contexto de la violencia no permite que la gente denuncie, hay mucho miedo y no podemos obligar a nadie a que exponga la situación por la que atraviesa, por lo que muchos de ellos prefieren dejar sus lugares de origen, huyen y entonces de les considera desplazados a consecuencia de la violencia y la delincuencia organizada.
Posteriormente y luego de avanzar en las investigaciones así como en las mesas de trabajo de manera conjunta estás representantes intercambiamos experiencias con otras colectivas que acompañan casos de personas desaparecidas como Fundec y Fundem de las cuales compartimos las buenas prácticas y las replicamos exitosamente; como lo son las mesas de trabajo que se entablaron primero a nivel nacional y luego en cada uno de los estados cómo Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas entre otros; y finalmente en nuestra entidad con la Fiscalía General del Estado de Chihuahua a través de sus distintas fiscalías distritales, así logramos primero fortalecer las investigaciones y darles seguimiento y después judicializar algunos casos uno de ellos es el caso de la desaparición forzada de José Rosario Domínguez Hernández el cual fue llevado a juicio oral lográndose una sentencia condenatoria por el delito de desaparición forzada ya que José Rosario desapareció al momento que es detenido por un agente de vialidad en la ciudad de Cuauhtémoc. Posteriormente se judicializa el caso de la desaparición de José Antonio Servín Ramos la cual se encuentra detenida o pausada por los recursos defensivos interpuestos por una defensa muy activa de los cuatro policías que se encuentran actualmente privados de su libertad en prisión preventiva oficiosa en el municipio de Nuevo Casas Grandes. Se logra una sentencia favorable por el delito de desaparición por particulares a través del procedimiento abreviado en la desaparición y posterior homicidio del defensor de derechos humanos Cruz Soto Caraveo la cual se encuentra en etapa de ejecución. Se continúa trabajando en los demás casos judicializados
por desaparición forzada como lo son el de Celso Francisco Barajas Olivas con dos grupos de imputados detenidos en tiempos distintos, el de José Ángel Romano Linares y el caso de la desaparición de ocho miembros de la familia Muñoz Veleta y finalmente; el caso de la desaparición de José Ignacio Villagrán Cerros que a pesar de haberse dictado sentencia, ésta aún no queda firme por haberse interpuesto juicio de amparo por inconformidad con el resultado.