A las comunidades y a los ejidos indígenas de México.
A las comunidades rarámuri de Chihuahua.
A las comunidades de Wakaréachi, Wawachérare, Narárachi, Chinéachi del municipio de Carichí, Chihuahua.
A la comunidad de Bakéachi, Municipio de Carichí, Chihuahua.
A quienes decididamente luchan por la justicia, donde quiera que estén.
A los medios de comunicación.
A las autoridades Federales, Estatales y Municipales.
Queremos comunicarles que:
– Desde tiempos inmemoriales nuestra comunidad indígena rarámuri ha trabajado con mucho amor y decisión por cuidar y defender el territorio. Hace 89 años que nos dotaron de 44,784-00-00 (cuarenta y cuatro mil setecientas ochenta y cuatro) hectáreas, ya como ejido seguimos esta defensa y este cuidado.
– Durante más de 80 años hemos tenido diversas invasiones que han empobrecido nuestra tierra: los invasores metieron ganado que se ha ido acabando los pastizales, nuestra agua; se habían apoderado de nuestras mejores tierras de siembra, se ha fragilizado nuestra paz comunitaria.
– Después de 22 años de defensa jurídica real y constante, y a pesar de no tener los suficientes recursos, a pesar de las amenazas y los agravios de los invasores, a pesar del alto costo de la vida de nuestro defensor Ernesto Rábago que fue cruelmente asesinado, hemos tenido muchos frutos que benefician a nuestra comunidad.
– Hoy en especial tenemos el gusto de comunicarles que EL TRIBUNAL SUPERIOR AGRARIO HA DICTADO SU SENTENCIA, MISMA QUE ES YA FIRME E INATACABLE, SENTENCIA QUE CONFIRMA EL FALLO DEL TRIBUNAL UNITARIO AGRARIO DEL DISTRITO 5 QUE DICE: “…SE CONDENA A RESTITUIR, Y ENTREGAR LA SUPERFICIE INVADIDA, A FAVOR DEL EJIDO BAQUEACHI, MUNICIPIO DE CARICHI, ESTADO DE CHIHUAHUA, CON TODAS SUS ACCESIONES Y MEJORAS, ASIMISMO SE CONDENA A LOS DEMANDADOS AL RETIRO DEL GANADO QUE SE ENCUENTRA PASTANDO DENTRO DE LA SUPERFICIE INVADIDA”. POR LO TANTO SE RECONOCE A LOS LEGITIMOS Y VERDADEROS DUENOS DEL TERRITORIO: LA COMUNIDAD IDIGENA DE BAKEACHI.
Con esta alegría les compartimos este logro, agradeciendo de corazón a:
– Onorúame (al Dios que es Padre) que nos ha enviado gente de bien y nos da fuerza en el corazón para seguir cuidando el territorio.
– A Ernesto Rábago Martínez, que entregó su vida por esta causa, aquien recordamos con amor y respeto.
– A José Francisco Cuaya Tapia que está presente y nos ayuda a pesar de la distancia
– A la Licenciada Estela Ángeles Mondragón, nuestra defensora, por su tenaz entrega y su profesional trabajo, por su firmeza, determinación e inspiración en la defensa de nuestros derechos.
– A las autoridades indígenas que han trabajado sin descanso en este proceso, tanto a los que hoy nos acompañan como a los que ya se fueron.
– A las autoridades de los tribunales que han sido justos y sabios al dar su sentencia basados en la verdad y el derecho.
– A Laura Monti y a la Fundación Christensen por su incondicional ayuda y que creyeron en nosotros.
– A quienes han apoyado esta lucha donde quiera que estén.
!WARU MATETERA BA!