Chihuahua, Chih., a 16 de diciembre de 2022. Como cada año nos hemos convocado aquí -en la emblemática Cruz de Clavos frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua- en el mismo lugar donde Marisela se plantó para exigir justicia por el feminicidio de su hija Rubí Frayre Escobedo; en este sitio donde ella condenara al Estado diciendo: “para vergüenza del Gobierno…que vengan y me asesinen aquí enfrente”; estamos justo en el lugar donde intentaron apagar su voz y terminar su lucha.
El anhelo de justicia de Marisela, sigue vivo en cada una de las jóvenes que marchamos porque NOS QUEREMOS VIVAS y no se nos está garantizado; la denuncia de Marisela sobre la inacción e indolencia del gobierno, sigue viva en las más de 3000 madres que buscan ellas mismas a sus hijos e hijas desaparecidas sin que las autoridades les den una respuesta; la lucha de Marisela sigue viva en los movimientos sociales, en las organizaciones de derechos humanos, en las colectivas y en la obra de cientos de jóvenes estudiantes, artistas con causa y personas que demandamos verdad, justicia, reparación, respeto a los derechos humanos de todas y todos, igualdad de oportunidades, aplicación de la ley sin distorsiones, transparencia y democracia.
¡Marisela vive!, ¡vive! La lucha sigue, ¡sigue!
Por eso estamos aquí y demandamos:
• ¡Justicia para Rubí, Marisela, la familia Frayre! Porque la impunidad favorece las condiciones para que hechos iguales se repitan.
• Justicia para las y los desaparecidos, justicia para las personas que han sufrido violencia por discriminación, abuso de poder u omisión del Estado.
• Protección efectiva para las personas defensoras de derechos humanos y periodistas, porque Estados democráticos deben garantizar condiciones de disenso y pluralidad.
• Recursos y esfuerzos serios, suficientes y progresivos para la prevención, investigación, sanción y reparación de la violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes en Chihuahua.
• Condiciones de paz y seguridad para todas las y los Chihuahuenses y gobiernos comprometidos con garantizar y respetar los derechos humanos de todas las personas.