Chihuahua, Chih., 8 de mayo de 2016.- Este 10 de mayo miles de madres en México no tienen nada que celebrar. Ese día les recordará la ausencia de un hijo o hija que no han encontrado. También les recordará la impunidad en que se encuentran sus casos y, en el caso de Chihuahua, la falta de reconocimiento de la problemática así como y el trato de indolencia que han sufrido de las autoridades.
Con dolor, coraje e indignación, decenas de madres, familiares e integrantes del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM), salieron hoy de la ciudad Chihuahua para sumarse a la “V Marcha de la Dignidad Nacional, madres buscando a sus hijos, hijas, verdad y justicia” en la Ciudad de México, en donde de nueva cuenta exigirán conocer el paradero de sus hijos e hijas, así como el cese a la impunidad para que la tortura continua en que se viven se termine pronto.
De acuerdo con el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), el estado de Chihuahua tiene 1,870 personas reportadas como desaparecidas, la mayoría de ellas ocurridas durante la administración de César Duarte Jáquez, el gobernador que hace unos meses declaró que el 99% de las desapariciones había ocurrido fuera de su sexenio y que sólo permanecía un caso por ser resuelto.
No obstante lo señalado por el Gobernador, en su informe “Un trato de indolencia: La respuesta del Estado frente a la Desaparición de Personas en México”, Amnistía Internacional sitúa a Ciudad Cuauhtémoc como un lugar paradigmático de la República Mexicana por la cantidad de desapariciones que se comete.
La falta de reconocimiento de la problemática por el Gobernador Duarte es sólo uno de los problemas que sufren las familias en Chihuahua. La impunidad de los casos; la ausencia de acciones y planes de búsqueda; la corrupción y colusión de las autoridades; el riesgo en que se encuentran los familiares por buscar a sus seres queridos y exigir justicia; la mala fe en las diligencias de identificación de restos; el maltrato que sufren de funcionarios/as; y la falta de políticas adecuadas de educación, vivienda y trabajo son algunas de las carencias que sufren los familiares en Chihuahua.
Aunado a lo anterior, los y las familiares se han enfrentado a campañas de desprestigio por la denuncia de sus casos. Lo anterior ha significado que recientemente el Relator Especial sobre la Situación de Las Personas Defensoras de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) –quien hace unos días estuvo en Chihuahua y escuchó a varias madres y padres de personas desaparecidas- expresara “preocupación por los actos de hostigamiento e intimidación llevados a cabo en contra de organizaciones, incluyendo los integrantes de la Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos, colectivos y familiares, en un contexto de activismo organizado y manifestaciones pacíficas en el tema de desapariciones en el país.”
Como ha sido costumbre, este 10 de mayo, las madres, padres, hijos/as y otros familiares marcharán del Monumento a la Madre al Ángel de la Independencia exigiendo a las autoridades que estén a la altura del dolor que viven miles de personas en México y que adopten a la brevedad una legislación sobre desaparición de personas que responda a la gravedad del problema. Pero, de manera más importante, las madres caminarán recordando a sus hijos e hijas, asegurándoles que no habrá perdón ni olvido. Junto con otros familiares y organizaciones, los pasos de las madres serán sostenidos con la fuerza que les da el amor incondicional que tienen para sus hijos e hijas.
El Centro de Derechos Humanos de las Mujeres reitera su solidaridad, apoyo admiración y cariño para las madres, padres, hijos, hijas, hermanas, hermanos y demás familiares cuya fuerza, valentía y amor nos animan a seguir caminando con ellos/as en la exigencia de verdad, justicia y reparación para todas las personas desaparecidas.