Chihuahua, Chih., a 16 de diciembre de 2021. Activistas, organizaciones de la sociedad civil que promueven y defienden derechos de las mujeres y colectivas feministas, nos reunimos como cada año en la placa colocada en honor a Marisela Escobedo Ortiz, quien fuera cobardemente asesinada a las puertas del Palacio de Gobierno por exigir justicia por el feminicidio de su hija Ruby Marisol Frayre Escobedo.
Días antes del artero crimen, Marisela sentenció lo que sería su muerte: “si me va a venir este hombre a asesinar, que venga y me asesine aquí enfrente (del Palacio de Gobierno) para vergüenza del gobierno”.
A once años de impunidad, con toda la familia desplazada forzadamente en otro país y con un sostenido incremento de violencia contra las niñas y mujeres en Chihuahua, esta sigue siendo la vergüenza del gobierno, en todos sus niveles.
Como Marisela Escobedo, son en su mayoría las madres de las víctimas de feminicidio y de las de personas desaparecidas las que arriesgan su vida para demandar verdad, justicia y reparación; es por esto que también hoy recordamos la obligación de los gobiernos, en el ámbito de sus competencias, para garantizar los derechos de mujeres, niñas y adolescentes, lo que implica necesariamente destinar los recursos económicos suficientes para su atención.
Estamos aquí para honrar la lucha de Marisela y la de todas la madres que buscan justicia en este país; así como para demandar al gobierno:
- Demandamos se realice una investigación oficiosa, imparcial, exhaustiva y diligente sobre el asesinato de Marisela Escobedo que permanece impune;
- Exigimos una investigación eficaz sobre las acciones u omisiones que llevaron a la familia de Marisela Escobedo a solicitar asilo político en otro país.
- Demandamos la adopción de todas la medidas necesarias para erradicar la violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes en México, tal como lo establecen los tratados internacionales de los que nuestro país es parte, principalmente el tema de la asignación presupuestal suficiente.
- Cumplimiento puntual de la Alerta de Género decretada en agosto pasado, con participación de la sociedad civil.
- En general, demandamos el cumplimiento de las recomendaciones de organismos internacionales de protección de derechos humanos que nos presentan una ruta para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra niñas y mujeres en el Chihuahua y en México.
¡Porque justicia para Marisela Escobedo es justicia para todas y todos!
Antecedentes
Marisela tenía 52 años cuando fue cobardemente asesinada. Hasta sus 48 años, se había dedicada a sus hijos e hijas, a su vocación de enfermera y siguiendo su espíritu de emprendedora. Fueron los últimos cuatro años de su vida, los que marcaron para siempre la historia de Chihuahua, del sistema penal acusatorio en México y los que evidenciaron al mundo la impunidad imperante en nuestro país.
Marisela se convirtió en la principal investigadora de la desaparición de su hija Rubí Marisol Fraire Escobedo ocurrida en agosto de 2008. Gracias a las evidencias recabadas por ella, se pudo determinar que Rubí fue asesinada por su pareja, Sergio Rafael Barraza Bocanegra quien ya había huido de Chihuahua; Marisela logró ubicarlo y gracias a esto pudo ser detenido para enfrentar un juicio en el recién estrenado Nuevo Sistema de Justicia Penal.
Durante la declaración de Marisela en el juicio contra Sergio, explicó que estaba ahí porque quería que el feminicidio de su hija fuera el último en Chihuahua. El Tribunal absolvió y liberó al asesino confeso.
En segunda instancia, se logró una sentencia condenatoria, pero Sergio Rafael ya no estaba detenido, entonces Marisela comenzó una tenaz lucha para exigir la aprehensión del asesino de su hija.
Recorrió el país, encabezó marchas, realizó múltiples protestas, se reunió con autoridades de diferentes niveles, encontró por su cuenta a Sergio en tres ocasiones y demandó su detención, confrontó al Gobernador, denunció la colusión entre autoridades y el narcotráfico, enfrentó amenazas de muerte de la familia del asesino, advirtió que sería asesinada si no hacían nada para protegerla y que su muerte sería la vergüenza del Gobierno.
La noche del 16 de diciembre de 2010, Marisela Escobedo Ortiz fue asesinada en las puertas del Palacio de Gobierno de Chihuahua.