NORMALISTAS DE AYOTZINAPA, DESDE LA RFAM ACOMPAÑAMOS EL LLAMADO POR LA VERDAD Y LA JUSTICIA
● Tras diez años sin justicia, desde la RFAM, en conjunto con familiares y el Centro Prodh, convocamos a un acto de memoria y justicia este 25 de septiembre.
● Bajo la protección del Estado, el Ejército se ha negado a entregar la información que tiene sobre el caso y ha obstaculizado la labor de las comisiones creadas para investigar los hechos.
● El caso ejemplifica la opacidad, no rendición de cuentas y falta de controles civiles que caracterizan el actuar de las fuerzas armadas y es una llamada de atención en el marco de la profundización de la militarización de la seguridad pública.
Ciudad de México, 26 de septiembre de 2024. A diez años de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos el 26 y 27 de septiembre de 2014, desde la Red Feminista Antimilitarista (RFAM) nos solidarizamos con las familias y nos sumamos a los llamados por la verdad y justicia en este caso, uno de los episodios de violación de derechos humanos más conocidos en la historia reciente de México.
En conjunto con familiares y el Centro Prodh, convocamos a un acto de memoria y justicia este miércoles 25 de septiembre a las 19:00 horas en el Monumento a la Revolución, en la esquina de Valentín Gómez Farías y Plaza de la República. Nombraremos y proyectaremos los nombres de cada uno de los 43, contra el olvido y la falta de justicia, contra la opacidad, la complicidad y la inacción estatal.
Esta acción se enmarca en la aprobación por el Congreso de la Unión de la reforma que traspasa la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), lo que da carta abierta a los militares para participar de manera permanente en la seguridad pública, sin tomar en cuenta estos episodios que ejemplifican el fracaso de la estrategia que involucra a las fuerzas armadas en tareas que deberían ser desempeñadas por instituciones civiles, generando vulneraciones importantes a los derechos humanos.
Tras una década caracterizada por la fabricación e imposición de la llamada “verdad histórica”, la obstaculización y descrédito de la labor de las comisiones creadas para investigar el caso y los ataques hacia las organizaciones y personas defensoras que acompañan a las familias de los estudiantes, persiste la falta de esclarecimiento de los hechos.
Externamos nuestra preocupación por el papel que el Ejército ha tenido en los hechos, pues tanto el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), como la Comisión de la Verdad de Ayotzinapa, han apuntado a la participación de los militares en estos hechos en Iguala, Guerrero, pero la institución castrense se ha negado a reconocer y aportar la información que tiene al respecto. La Fiscalía General de la República, en ese sentido, ha sido omisa en cuanto a la investigación del caso y la exigencia de transparencia por parte de las fuerzas armadas.
De acuerdo con el GIEI, el Ejército recibió y cuenta con información que nunca fue puesta a disposición de la búsqueda o la investigación. De la misma manera instruyó procesos disciplinarios en contra de sus integrantes y realizó investigaciones cuyos resultados no ha compartido plenamente.
Esta negativa del Ejército a rendir cuentas ha sucedido con el respaldo del gobierno federal a lo largo de diferentes administraciones, y ha venido acompañada por un incremento de funciones, presupuesto y plazas, particularmente durante este sexenio.
Desde la RFAM nos preocupa que una institución que abusa de la fuerza, que viola derechos humanos y que no es transparente reciba cada vez más poder, sin que ello venga aparejado de contrapesos ni controles sobre su actuar.
UNA VEZ MÁS: HASTA QUE HAYA VERDAD Y HASTA QUE HAYA JUSTICIA.
VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS.